sexo

EL FAMOSO PUNTO G

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 Se encuentra situado en la cara anterior de la vagi na, a medio camino entre

el hueso del pubis y el cuello uterino, a unos tres centímetros del exterior de la vagina.

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 Su tamaño varía de unas mujeres a otras, aunque suele compararse con el tamaño de una alubia. Durante la excitación, este punto ad quiere una turgencia especial, ya que se llena de sangre.

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 Su ubicación hace que la estimulación durante el coito no sea fácil en las posturas más usuales. Por eso, es mejor hacerla manualmen te. Para ello hay que introducir los dedos en [a vagina hacien do el gesto de "ven" y acariciar el punto suavemente, notando la diferencia de textura. De es ta forma conseguirás un orgas mo diferente del clitoridiano.

¿QUIERES SABER CÓMO REACCIONA TU CUERPO ANTE lOS ESTíMULOS SEXUALES? ¿QUÉ OCURRE EN TU INTERIOR CUANDO TE EXCITAS?
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DURANTE LA FASE DE EXCITACiÓN

·Comienza la lubricación vaginal. • Los dos tercios internos de la vagina se expanden.

• El útero y el cérvix se levantan ligeramente hacia arriba.

·Los labios mayores se separan. • Los menores y el clítoris aumen tan de tamaño.

• Los pezones pueden ponerse erectos y los pechos más duros.

DURANTE LA FASE MESETA

• Hay un marcado aumento de la tensión sexual.

• Se incrementa la vasocongestión de la vagina, que provoca que el tercio exterior de ésta se hinche.

• El clítoris se mantiene erecto de forma constante

• Los labios menores aumentan su tamaño y pueden abrir los labios mayores provocando que la abertu ra vaginal resulte más prominente.

• El color de los labios menores cambia (se vuelven más oscuros).

• La areola, el área pigmentada al rededor de los pezones, comienza a hincharse.

• Los senos pueden cambiar de ta maño (aumentar o disminuir).

• Muchas mujeres experimentan "rubor sexual" (enrojecimiento) en el pecho y en otras áreas del cuerpo.

·   Aumenta el ritmo cardiaco.

• Hay un marcado aumento de la tensión sexual en los muslos y en los glúteos.

EN LA ETAPA ORGÁSMICA

• Se producen contracciones mus culares rítmicas en el tercio exterior de la vagina, el útero y el ano que proporcionan placer.

• El rubor sexual aumenta de intensidad y puede extenderse a otras zonas.

• Los músculos de todo el cuerpo (nalgas, muslos, brazos ... ) pueden contraerse durante el orgasmo, no sólo los del área pélvica.

• Algunas mujeres emiten fluido transparente proveniente de la ure tra durante el orgasmo. Recibe el nombre de eyaculación femenina.

EN LA FASE

DE RESOLUCiÓN

• Si la estimulación sexual conti núa, la mujer puede experimentar uno o más orgasmos adicionales.

• La vagina y su abertura retornan a su estado natural de relax.

• Los senos, labios, clítoris y útero recuperan su tamaño, posición y color normales.

• El clítoris Y los pezones están muy sensibles, por lo que cualquier estimulación posterior al orgasmo puede resultar incómoda

·   El rubor sexual desaparece.

• Puede haber mucha sudoración y respiración profunda.

• El corazón late rápidamente, aun que su ritmo irá descendiendo de forma progresiva.

¿y SI NO SE ALCANZA EL ORGASMO?

• En estos casos, la mujer experi menta todos los síntomas mencio nados anteriormente, pero a un rit mo mucho menor.

• La sangre atrapada en los órga nos pélvicos que no ha sido disipa da por las contracciones muscula res orgásmicas puede provocar sensación de incomodidad pélvica.

• Si la relación sexual ha sido satis factoria, no te preocupes, ya que el orgasmo no debe ser una meta; aunque siempre es deseable, ya que tiene efectos beneficiosos, tan to a nivel físico como mental.


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CÓMO CONSEGUIRLO EN PAREJA

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 Conócete a ti misma. Para po der llegar a la cúspide del placer con tu amante, es importante

que antes lo logres por tu cuenta. Es decir, primero tienes que saber qué es lo que te gusta, así podrás darle las indicaciones adecuadas cuando lle gue el momento. Y para averiguarlo, debes experimentar con tu cuerpo. No te cortes y prueba a acariciarte como más te plazca, sin vergOenza y sin pu dor. Si te apetece puedes utilizar vi bradores, di/dos (sin pilas) u otros ju guetes que puedes encontrar en los

sex-shop. Como nada ni nadie te dis traerá, conseguirás llegar al orgasmo rápidamente. iCompruébalo!

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 Diálogo y sinceridad. Ahora que ya sabes cómo necesitas ser estimulada ha llegado el mo mento de incluir en tus sesiones a tu pareja. Puedes empezar a masturbar te delante de él (si te da corte hazlo con los ojos cerrados) o bien irle indi cando delicadamente lo que te gusta o cómo preferirías que te tocara ... o con qué. Si él te ve disfrutar también

lo pasará bien y pondrá más empeño en conseguir que tú llegues al orgas mo: a ellos les excita especialmente ver cómo su pareja lo alcanza.

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 ¡y a disfrutar! Aunque las pri meras sesiones de experimenta ción no sean tan explosivas co mo te habías imaginado, date tiempo. La práctica hace mucho y en el caso del sexo no es una excepción, sino una regla básica. La clave consiste

en estar compenetrados e ir mejoran do poco a poco.

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LAS QUEJAS MÁS FRECUENTES

CADA PAREJA ES UN MUNDO Y TIENE GUSTOS Y HÁBITOS DISTINTOS, PERO LA MAYOR PARTE DE LAS INSATISFACCIONES SE RESUMEN EN LAS SIGUIENTES FRASES

• No he conseguido llegar al orgas mo y lo he tenido que fingir para que él se quede contento.

• Me gustaría repetir, pero él está agotado. Lo sé porque se ha que dado dormido como un tronco.

• Querría que tuviera más en cuen ta los preliminares y no fuera direc tamente "al grano". Yo necesito más tiempo para ponerme a tono.

• Echo de menos que se muestre cariñoso después del coito. No me abraza ni me acaricia ni me besa.

• Quiero poner en práctica algunas fantasías, pero no consigo que sal gamos de lo habitual

• El sexo se ha convertido en algo rutinario, lo hacemos el día que "to ca", por lo que ya no es imprevisible ni excitante, me aburre.

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FACTORES FÍSICOS

LA "CULPA" NO ES SIEMPRE DE NUESTRA PAREJA. A VECES, DETRÁS DE LA INSATISFACCiÓN SEXUAL SE ESCONDEN PROBLEMAS FíSICOS QUE NOS IMPIDEN GOZAR COMO ES DEBIDO. DE TODOS MODOS, ES UN MÉDICO EL QUE DEBE DIAGNOSTICARLOS.

DESORDEN DE EXCITACiÓN SEXUAL: es la incapacidad para lograr o mantener la lubricación, la hinchazón genital adecuada, u otra respuesta somática, como la sensi­bilidad de los pezones. Aunque estas condiciones pueden ser cau sadas por factores psicológicos, como la depresión, pueden tener también una base orgánica, como el flujo disminuido de sangre vagi nal o c1itoridiana.

DESORDEN ORGÁSMICO: se basa en la dificultad o incapacidad para alcanzar el orgasmo después de suficiente estímulo y excitación sexual. Además, incluye cualquier problema para llegar al clímax que causa ansiedad o angustia perso nal a la mujer.

La calidad del orgasmo también puede disminuir. Puede que se de ba a un trauma emocional o abuso sexual, pero muchos factores orgá nicos, como los medicamentos o daños a los nervios pelvianos du rante una cirugía, también pueden contribuir a este desorden.

PROBLEMAS VASCUlARES O DE CIRCULACiÓN: el flujo

de sangre a través de los órganos pelvianos y genitales afecta de for ma directa a la capacidad de expe rimentar excitación, lubricación y el orgasmo. Si restringes o cortas este flujo, las respuestas sexuales pro bablemente se dañarán. A conti nuación están las enfermedades

y hábitos que pueden influir.

• Presión alta. Es posible que da ñe los vasos sanguíneos, lo que lle va a iJn riesgo aumentado de las enfermedades coronarias. Los me dicamentos usados para su trata­miento también pueden afectar directamente negativamente en

la respuesta sexual femenina.

• Enfermedad coronaria. La mis ma placa que se forma en las arte rias del corazón se desarrolla en las de la pelvis. Esto puede restringir el

flujo de sangre a los órganos pel vi anos y genitales. Además puede conducir al engrosamiento de las paredes y al achicamiento efectivo de los vasos dentro de los múscu los de la vagina y los tejidos de los músculos lisos del clítoris.

• Fumar. El tabaco favorece el es trechamiento de los vasos sanguí neos y esto puede afectar el flujo de la sangre a los órganos pelvia nos. Las toxinas de los cigarrillos también dañan las paredes de las arterias conduciendo a enferme dades coronarias.

• Montar en bicicleta. El uso de asientos estrechos puede producir daño a los vasos sanguíneos y ner vios que llevan al c1ítoris, por lo que se genera un entumecimiento de esta zona, que al principio simple mente es temporal pero puede ha cerse permanente. Por ello, debe rías usar siempre asientos anchos.

• Problemas hormonales. El ni vel de estrógeno y testosterona en el cuerpo de la mujer puede tener un efecto significativo en la sexuali dad, disminuyendo la libido y la res puesta sexual. La menopausia, los desórdenes endocrinos y las defi ciencias hormonales a raíz del pos parto son algunas de las causas más habituales.

• Endometriosis y fibromas.

Las mujeres con estos trastornos pueden sufrir insatisfacción sexual como resultado directo de los trata mientos médicos que reciben y que no les permiten sentir placer.

• Infecciones del tracto vaginal, vulvar y urinario. Los síntomas asociados con estas dolencias pueden desencadenar problemas de sensibilidad e irritación excesiva en la vulva y la vagina de manera que cualquier forma de contacto sexual puede ser doloroso o des agradable. En estos casos se trata de una situación temporal hasta que pasa la infección.

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Es normal que las relaciones sexuales no siempre sean suficientemente placenteras, pero si esto se convierte en un hecho habitual es que algo falla. Descubre que ocurre y como puedes solucionarlo.
CAUSAS PSICOLÓGICAS 

EN OCASIONES NO CONSEGUIMOS ALCANZAR EL CLíMAX POR MOTIVOS EMOCIONALES O MENTALES QUE NOS IMPIDEN DESINHIBIRNOS O ESTAR POR LA LABOR. INCLUSO PUEDEN MINAR LAS GANAS DE TENER RELACIONES .

• Depresión. Afecta a las mujeres dos veces más que a los hombres y tiene muchos motivos: desequilibrios químicos en el cerebro, estrés impor tante, tristeza, antecedentes familia res, conflictos emocionales, o cual quier combinación de factores.

La distimia es una forma menos severa de depresión que generalmen te pasa desapercibida, pero que cau sa tristeza y sentimiento de ser poco atractiva. Ambas pueden conducir a la insatisfacción sexual.

• Estrés. Muchas mujeres hoy día tienen dos actividades, una como madre y otra como trabajadora. Las responsabilidades asociadas resultan en que están bajo mucho más estrés que el hombre medio.

Esto puede llevar a problemas médicos y emocionales, y en conse cuencia a dificultades sexuales. Si no eres capaz de relajarte en los brazos de tu pareja es muy poco probable que puedas experimentar la excita ción sexual y el orgasmo.

• Problemas de imagen corporal. A menudo comparamos nuestro cuer po con un ideal irreal, creado y pro pagado por los medios de comuni cación. Con frecuencia esperamos vemos como las modelos que apare cen en las portadas de las revistas, en el cine y en la televisión. Como resultado, muchas nos sen timos incómodas mostrando nuestros cuerpos a la pareja. Nunca dejamos que nos vean desnudas con las luces encendidas y podemos no permitirles mirar o tocar ciertas áreas del cuerpo, especialmente la vulva. Si esto ocurre, no podemos disfrutar de las relacio nes sexuales con él.

• Baja autoestima. También afecta a nuestra sexualidad cómo nos valora mos a nosotras mismas en el trabajo y en las relaciones. Si sentimos que no tenemos habilidades o cualidades que otros valoran, probablemente en contremos que somos incapaces de expresamos sexual mente. Lo mismo pasa cuando creemos que nuestra

pareja no escuchará o respetará lo que tenemos que decir: nunca dare mos a conocer nuestras necesidades.

Además, llegar al clímax puede ha cemos sentir vulnerables, y si no tene mos confianza en nosotras mismas o en la relación, podríamos no permitir nos tener un orgasmo de forma cons ciente o inconsciente.

• Problemas de relación. Las se siones de sexo en una pareja frecuen temente son un indicador directo de cómo está la situación. Si tenéis difi cultades sexuales, por norma general ello tiene un impacto negativo sobre la relación, y viceversa.

Cuando existen problemas no hay forma de tratamiento que involucre solo a la mujer para resolver las difi cultades sexuales.

En el caso de que la insatisfacción esté causada por la falta de habilidad de la pareja, tratarla solamente a ella con probabilidad terminará en fraca so. La terapia debe hacerse en con junto para obtener buenos resultados.

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la clave es la

comunicación

• A la hora de dar un mensaje, uno de los errores más comunes es que éste sea confuso e impreciso. Por ejemplo, decir "excítame más" o "tó came" pueden ser expresiones va­gas si no se acompañan de ciertos gestos. El otro podría preguntarse cómo te gustaría que te excitara más o bien dónde quieres que te toque.

También puede pasar que demos un mensaje contradictorio, diciendo que algo nos encanta, mientras nuestra expresión es de desagrado.

Otras veces no resaltamos la im portancia que tiene para nosotros,

o lo hacemos de forma indirecta. Por ejemplo, cuando lamemos la oreja de nuestra pareja esperando que lo haga después con nosotras y nos quedamos con las ganas.

• Otro de los errores puede darse en el momento de la interpretación del mensaje. Aunque lo hayamos enviado correctamente, la pareja

puede que no esté atenta en esa ocasión o que lo entienda mal. Este error es frecuente en las relaciones amorosas y sexuales, y lo que uno "supone" no suele coincidir con lo que el otro "quería decir".

• En cambio, la comunicación no verbal, es decir, los gestos, las pos turas, las caricias y los toques no conllevan ninguno de estos proble mas. Mediante ellos podemos trans mitir a nuestra pareja que lo que está haciendo nos desagrada o nos pro duce placer. Sirven para dar infor mación sin necesidad de habla(e interrumpir la pasión sexual. En oca siones, son más precisos que las palabras. A muchas mujeres, por ejemplo, no les gusta cómo su com pañero les estimula el clítoris, y de cirio verbalmente es complicado. En estos casos es mejor acompañar su mano e irle marcando el ritmo y los movimientos preferidos.

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HABLA ABIERTAMENTE SOBRE EL SEXO

Uno de los mitos frecuentes que se suelen oír es que hablar de sexo con la pareja le resta espontaneidad y misterio al asunto. Es cierto que si surge sin planear mejor que mejor, pero en caso contrario, ¿qué hace mos esperando a que se dé la oca sión?, ¿por qué razón no ser activos a la hora de tener relaciones sexuales más satisfactorias?

Al igual que es importante en una relación de pareja hablar del trabajo, los hijos, la familia, también lo es con versar de nuestra sexualidad. Crear un espacio donde poder dialogar y exponer deseos y preocupaciones con respecto a las relaciones sexua les puede beneficiar a ambas partes.

Habla con la pareja sobre cómo y cuándo sería más cómodo tratar el tema del sexo. Un buen momento puede ser después de hacer el amor, ya que podemos comentar lo que ha ocurrido y proponer nuevas cosas.

No obstante, hay parejas que prefie ren otros instantes del día. Una op ción válida sería mientras se practica otra actividad, como pasear.

Usa material, como libros o DVD. Ayuda a entablar diálogo. Estar leyendo una novela o mirar una película con la pareja, permite opinar acerca de lo que se está viendo. Así se introducen temas y podemos ob servar cómo reacciona nuestra pareja.

Utiliza el lenguaje del "yo" y no culpes al compañero. Es mejor em pezar por "me gustaría que me besa ras más cuando hacemos el amor", en lugar de: "no me besas nunca cuando hacemos el amor". Probable mente, el primero tendrá un efecto más positivo que el otro.

Las preferencias y sentimientos sexuales cambian. Las personas evolucionamos y lo que antes nos gustaba o preferíamos ahora no nos

apetece. Es conveniente aclarar las variaciones y explicar los motivos de los mismos, de lo contrario puede su ceder que nuestra pareja no nos en tienda y se sienta desconcertada.

Si tu compañero rechaza una actividad sexual que te encanta, no pienses que no te ama. Es fácil caer en el derrotismo y pensar que "no nos quiere lo suficiente" cuando la pareja no hace aquello que nos gusta. Investiga cuáles son los verda deros motivos e intenta entenderlos.

Valora el componente no verbal.

En el sexo este tipo de comunicación es clave. Un gesto, un roce o una mi rada pueden ser más efectivos que cualquier palabra.

No esperes a que sea perfecto.

Los cambios no surgen de la noche a la mañana, pero con un buen diálogo y paciencia se llegan a conseguir mu chas mejoras en la relación.

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TE DAMOS ALGUNAS PAUTAS PARA QUE TUS MENSAJES SEAN MÁS FÁCILES DE ENTENDER

REFLEXIONA BIENSOBRE LO QUE QUIERES DECIR Y COMO DESEAS ACERLO

Antes de hablar, debes tener claro a dónde quieres llegar con la conversa ción y qué deseas dar a entender. Piensa cuál es la mejor manera de ha cerla sin ofender al otro.

EXPON A TU PAREJA CUAL ES TU ORDEN DE PRIORIDAD. No le digas de golpe todo lo que quieres cambiar o qué crees que no funciona de la relación. De lo contrario puede ser que perciba tu mensaje co mo una amenaza. La mejor solución es centrarse en el problema principal que te preocupa en ese momento. Más adelante ya abordarás el resto.

SE BREVE. Aveces decimos las cosas pero lo ha cemos de forma vaga y abstracta con lo que el compañero se pierde y aca ba por no entendernos. Un discurso corto y concreto suele ser más eficaz.

NO MONOPOLICES LA CONVERSACIÓN. Intenta no hacer un monólogo y per mítele al otro dar su opinión acerca de lo que estás diciendo. Hablar por turnos es una buena opción.

EVITA EMPEZAR CRITICANDO A TU PAREJA. Cuando hagas una valoración es me jor empezar por algo positivo y que luego digas lo negativo. También es

conveniente acabar la conversación con un punto positivo. Así evitas que el otro interprete que todo lo hace mal.

SI TE CUESTA DECIRLO HAZLO POR ESCRITO. Cuando todavía no tenemos confianza en la pareja, podemos empezar a co municarnos por escrito. Esta opción permite sentirnos más seguros y decir lo que queremos que el otro sepa.

HAZLE REPETIR LO QUE HA ENTENDIDO. Una buena forma de asegurarse de que lo ha comprendido es pedirle que diga lo que ha interpretado. De esta manera, se pueden aclarar las posi bles confusiones.